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sábado, 29 de octubre de 2011

Post-emergencia 2011

Estos dias de verdad que he estado pensando, que la naturaleza en su extraño desequilibrio generado por el ser humano, nos ha mostrado de nuevo el astro rey. Extraño contraste, al recordar que, hace un par de semanas estabamos inmersos en una emergencia nacional, catalogada en algunos de los departamentos de nuestro país como "calamidad".

Y así, en medio de estos estados anormales de emergencia surgieron actos solidarios y altruistas en favor de los que cada 365 dias por año sufren vulnerabiilidad que se hizo presente y dejo sin hogar a los que apenas lo tenian y sin cultivos a los que viven de estos. No es mi intención hablar de estadisticas, no es el punto sabiendo que realmente la aflición humana y la perdida de estas cosas se hace viva en el momento que alguno de los afectados te lo cuenta frente a frente.

El que en muchos de mis circulos sociales las palabras "pobrecitos", "que desgracia" y opiniones enmarcadas en la resignación y el poco actuar; siempre define que el salvadoreño muchas veces no mantiene una actitud proactiva frente a los mas necesitados, porque como sabemos en la cotidaneidad, la gente les sube los vidrios, los ignoran y algunos que se consideran "agraciados por la vida" los maltratan. 

Pero, esto no reduce el gran entusiasmo y solidaridad que enmarco las semanas pasadas. Excelente reacción de muchos que permitió llevar alivio a algunas de las familias afectadas. Y que al mismo punto llevo a muchos jovenes (en ese momento desocupados por la vaciones forzadas) a apoyar las causas no solo como donantes sino como voluntarios. Que con su animo fuerza y tiempo libre permitieron acelerar muchas de las entregas de donativos a los albergues, y en el caso del techo a las comunidades donde trabajamos en la segunda fase del modelo de intervención: Habilitación Social. 

Pero, como ya escribí una vez ¿que sucede en estos días? El sol brilla, una "normalidad" nos envuelve, muchos hasta sienten ricos "los vientos de Octubre", las clases se han reanudado. Definitivamente un contexto diferente. Y por la parte mediatica, muchos medios disminuyen las noticias dramáticas y las noticias post-emergencia ya no parecen tan impactantes para mover a las masas (a algunos grupos, ONG, entre otros, siempre se motivan por estas causas, osea, no son todos). Los centros de acopio han finalizado su labor y los albergues se cierran.

Ya no son emergencia, ahora para nuestra sociedad, vuelven a ser un simple indice de personas que viven en la extrema pobreza, un indice que engrosa la necesidad habitacional de nuestro pais, un indice de desnutrición, un indice de analfabetización, un porción del indice que engrosa las enfermedades respiratorias y gastrointestinales que surgen en esta temporada.

En el caso particular de los asentamientos urbanos, vuelven a ser escondidos por los letreros comerciales que se encuentran en las carreteras y calles.

¡Su vulnerabilidad social dura 365 dias, no 10 dias de lluvias intensas! ¿Que hace falta para que todo ese desborde de solidaridad, altruismo y voluntariado sea permanente?

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