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martes, 29 de abril de 2014

Pensando en el voluntariado.-

Luego de salir de Altos del Matazano este domingo pasado, además de escuchar a los voluntarios y el acostumbrado ambiente platicón en el micro al que me estoy sumergiendo, pensaba mucho en todo lo que me hacia falta el estilo de vida que pues, me he tatuado en la piel de la vida (no se si esta fue una mala analogia): el voluntariado.

Y pues he de decir que no cualquier voluntariado, aún ahora reconozco que un voluntariado asi de comprometido e inclusive muy involucrado como el que me enseñaron de carne propia aquellos maestros sin nombre tanto de los asentamiento como de los mismos compañeros de ideales que hace ratos volaron lejos de la oficina y que ahora por gorditos ya no se ponen las camisas de UTPMP que ahora son como una reliquia e historias que han quedado en el pasado como representación filedigna de una epoca algo adolescente de la ONG, pujante y con ganas de alcanzar una madurez decisiva sin abandonar los sentimientos y pasiones de aquellos que la conforman.

Y pues he de decir que ejercer el voluntariado permanente, es una onda fumada y como reiteradas veces he mencionado mal vista, entre conocidos como desconocidos. No es para cualquiera tampoco, el despliegue de amor y voluntad es algo que también debe sobrepasar a cada persona, ya que solo así realmente ejercemos una misión real y en pro de un desarrollo. Reconocer que las causas por las que trabajamos son más grandes y el fundamento real del trabajo, reconocer que todo esta al servicio de la causa y no al revés. Y he de reconocer más que nada en el mundo que algunas veces son cosas, sentimientos y compromisos que me sorprendan que salga de mi, y de cada uno.

Cada mesa de trabajo, es como un renacer que realmente hay personas en todos los estratos sociales que buscan el desarrollo común y que al final los que conocemos el compromiso de los vecinos que conforman un asentamiento, se ve una luz entre tanta oscuridad que aparentemente gobierna la región. Y pues al final de todo, es un aliento para la vida con un ritmo que nos quiere enseñar que la rutina, la estabilidad y el individualismo son el camino; es un aliento de cosas que pueden ser distintas de actitudes que realmente pueden fomentar el cambio.

El voluntario como ente, no que transforma la realidad de un pais, sino mas bien, el voluntario como ente que puede cambiar su realidad, su vida, sus actitudes, porque ha visto y parcialmente convivido con el otro lado de la moneda, y que no es como lo pintan, el lado más humano y más agradecido de un pais como el nuestro.-