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lunes, 1 de agosto de 2016

Hace 6 años

Hace 6 años, mientras ya tenia el pago hecho, que recuerdo que en ese momento eran $15 o menos, en casa tome la vieja mochila amarillo con negro y el sleeping rojo con blanco, que a pesar de todos estos años son los mismo que siempre llevo a los campamentos, no sabiendo que pensar ni sabiendo que esperar de la decisión que tome de ir a un campamento de Un Techo para mi Pais.

Tan inseguro estaba de las cosas que pues, no queria ir tan lejos y opte por quedarme en la ciudad en una de las escuelas que construyo dentro de Antiguo Cuscatlan. Fue una semana extraña donde comprendí muchas cosas de mi mismo y de la percepción que yo podia tener de mucha gente que dentro de los asentamientos cambio, y entendí que era el momento de des-aprender lo aprendido en la universidad, y como el camino que queria tomar al terminar la misma no era el idonéo.

El hito final fue conocer lo que llamabamos en aquel tiempo Habilitación Social y el rol de un coordinador de comunidad, esa fue como la decisión de "quedarme" dentro del techo y decir, que podia ser util para algo más que facilitar procesos dentro de una empresa privada. El voluntariado habia tomado un rol protagonico en mi vida. Y en enero de 2011, me incorpore a un equipo de una comunidad por lo que en ese momento pensé que serían meses, pues en poco tiempo, debería comenzar a meter CVs para buscar trabajo, ya era hora.

Creo que muchas cosas han pasado desde entonces, el voluntariado se enriquece siempre de los demás, puedo decir con certeza que soy el voluntario que soy ahora debido a tantas personas que de alguna u otra manera han influido en como el compromiso a pesar de tanto parece no flaquear, tantos consejos y tantas retroalimentaciones.

Ahora 6 años después en retrospectiva, el techo me ha dado una cantidad de cosas que no podré devolverle, hace 2 años que "amarre" casi de manera literal mi compromiso a una comunidad: Altos del Matazano, en espera que en meses después, podria dejar ya el techo de una manera honroza; pero hay condiciones y circunstancias que de nuevo, me hicieron pensar más que en el TECHO, en la comunidad, por la que aún ahora me he quedado y sigo con un gran equipo de voluntarios y lideres comunales en ese proceso de desarrollo comunitario.

6 años tambien, de los cuales 2 estuve vinculado a F&V por el equipo de Techo en la Universidad de El Salvador (UES), el techo ues, siempre polemico, siempre tocando la llaga, siempre mencionando cosas que eran incomodas, esa es como la percepción más externa que se podia tener. Sin embargo, el techo UES introdujo las gestiones necesarias para que algunas carreras recibieran horas sociales por el voluntariado en areas especificas, sentó las bases de un voluntariado solido y formal frente al gobierno universitario de ese tiempo, permitió el crecimiento organico de ciertos liderazgos dentro del techo e intento generar introducción en politica de algunos factores que dentro de la universidad se veian como incorrectos por la percepción erronea de la osfl.

Tantas cosas, tantos momentos que han hecho que las cosas sean como son. Tantas amistades, consejeros, amigos, adversarios, que han permitido que aún ahora siga creciendo como voluntario (tambien retrocedido como voluntario en algunas ocasiones). Mas que pensar en estos 6 años de incontables experiencias, he de pensar que la vida ha sido tan agradecido conmigo de tantos mentores, que me han hecho pensar el rumbo de las cosas. Y ahora, que ya es tiempo de menguar tantas cosas y cerrar algunos ciclos pueda estar firme en lo que creo. 

No puedo negar decir, que extraño construir como el verdadero: volver al origen de mi voluntariado, la formación más auténtica frente a lo que es ver la realidad desde el lado que es, el correcto, el que muchas veces en la universidad no te enseñan.
 
Aquella primera casa: Doña Maritza en La Cuchilla, Agosto 2010
 
 

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