Después de casi 5 meses de no construir masivamente en El Salvador, de nuevo "el Techo", como le decimos los voluntarios, se volvio a la aventura de la construcción de viviendas de emergencia; pero esta vez no preparamos los sleeping bags para un cantón alejado de San Salvador, sino, dentro de nuestro mismo departamento; a una zona que los medios han tildado de peligrosa historicamente: Soyapango. Debido a un convenio con la alcaldia de ese municipio con la cuál se pretenden construir 40 casas, aun nos faltan 20.
Así tome mis maletas a las 2:38 de la tarde en camino al lugar de envio: La UES, después de pasar la mañana preparando algunas cosas en la UES y hechando la weba; llegue con el deseo de iniciar un fin de semana algo atareado y rogando que no hubieran tantos lesionados, porque yo iba como voluntario de primeros auxilios. Fuera de algunas cositas, sin mucha importancia se desarrollo el envio, y la UES despido a las 210 voluntarios que fuimos a Soyapango.
A pesar, de la cantidad de voluntarios que asistieron disminuyeron la comodidad en el bus, todo el viaje salio bn y llegamos a la escuela, donde después de la formación, conocer a la cuadrilla, cena e indicaciones, tomamos el tiempo para descansar y prepararnos para el dia siguiente.
En si los dos dias de la construcción, transcurrieron con gran normalidad, lo más dificil fue el transitar dentro de la comunidad, de verdad que ahi es estrecho y me hizo recordar La Cuchilla, pero a pesar de todo, se lograron entrar los paneles y lograr las viviendas en espacios tan pequeños. Por el deber que tuve que hacer: PA (primeros auxilios), tuve la oportunidad de ver todos los terrenos y conocer las dificultades que enfrentaron varias cuadrillas, debo resaltar algunas: una letrina muy cerca de la construcción de la vivienda, un terreno tan reducido, otro con una capa de cemento, dos con desniveles bastante grandes; solo por mencionar algunos.
Muy personalmente, algo que me impresiono fue que vimos la caida de los viejos hogares de estas familias, debido al poco espacio que tienen, en muchos de los terrenos, se tuvo que destruir de manera casi completa la vivienda anterior, para darle paso a la vivienda de emergencia; de verdad que los pobladores pusieron todas las esperanzas de una vivienda un poco más digna en cada uno de nosotros.
La labor fue grande y dificil, pero puedo decir que las nueve casas que vi levantarse, fueron un exito y ahora hay un rayo de esperanza en esa comunidad, rodeada de muchas colonias que son de corte privado; ahora es de esperar la construcción de las otras 20 viviendas y la implementación de la segunda fase (y que construye una realidad diferente en las familias) del modelo de intervención: Habilitación Social.-
Así tome mis maletas a las 2:38 de la tarde en camino al lugar de envio: La UES, después de pasar la mañana preparando algunas cosas en la UES y hechando la weba; llegue con el deseo de iniciar un fin de semana algo atareado y rogando que no hubieran tantos lesionados, porque yo iba como voluntario de primeros auxilios. Fuera de algunas cositas, sin mucha importancia se desarrollo el envio, y la UES despido a las 210 voluntarios que fuimos a Soyapango.
A pesar, de la cantidad de voluntarios que asistieron disminuyeron la comodidad en el bus, todo el viaje salio bn y llegamos a la escuela, donde después de la formación, conocer a la cuadrilla, cena e indicaciones, tomamos el tiempo para descansar y prepararnos para el dia siguiente.
En si los dos dias de la construcción, transcurrieron con gran normalidad, lo más dificil fue el transitar dentro de la comunidad, de verdad que ahi es estrecho y me hizo recordar La Cuchilla, pero a pesar de todo, se lograron entrar los paneles y lograr las viviendas en espacios tan pequeños. Por el deber que tuve que hacer: PA (primeros auxilios), tuve la oportunidad de ver todos los terrenos y conocer las dificultades que enfrentaron varias cuadrillas, debo resaltar algunas: una letrina muy cerca de la construcción de la vivienda, un terreno tan reducido, otro con una capa de cemento, dos con desniveles bastante grandes; solo por mencionar algunos.
Muy personalmente, algo que me impresiono fue que vimos la caida de los viejos hogares de estas familias, debido al poco espacio que tienen, en muchos de los terrenos, se tuvo que destruir de manera casi completa la vivienda anterior, para darle paso a la vivienda de emergencia; de verdad que los pobladores pusieron todas las esperanzas de una vivienda un poco más digna en cada uno de nosotros.
La labor fue grande y dificil, pero puedo decir que las nueve casas que vi levantarse, fueron un exito y ahora hay un rayo de esperanza en esa comunidad, rodeada de muchas colonias que son de corte privado; ahora es de esperar la construcción de las otras 20 viviendas y la implementación de la segunda fase (y que construye una realidad diferente en las familias) del modelo de intervención: Habilitación Social.-
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