De acuerdo al Informe sobre el
Voluntariado en el Mundo publicado en el 2011 por la UN Voluntarios, en
el mundo existen cerca de 140 millones de voluntarios en el mundo. Si
los voluntarios fuéramos un país, seríamos el noveno país más habitado
del mundo entre Rusia y Nigeria.
Pero ¿qué es el voluntariado?
“Actividad no remunerada, que vincula a
un individuo con sus semejantes, por medio de actos legítimos en pro de
la mejora de algún aspecto de la vida de la persona”. Gran definición de
lo que es el voluntariado. Dentro de VIDA SV vivimos constantemente
este tipo de actos legítimos en pro de la vida.
Aunque es de considerar que muchas veces
la percepción del voluntario o en sí del voluntariado, no es conocido
por mucho dentro de la sociedad; son como temas tabú o incluso temas de
poca relevancia. Algunas veces parece ser que el voluntario sólo es un
empleado o ayudante de una ONG que sin conocer exactamente la causa que
los vincula “apoya”.
Es triste considerar que dentro de la
sociedad, se puedan tener estos pensamientos, cuando en realidad muchas
veces es todo lo contrario. Como voluntarios, estamos vinculados a una
causa u ONG por temáticas propias y legítimas que nos obligan a conocer e
introducirnos más profundamente en la causa. Por lo tanto, el
voluntariado más que un número de actividades, es un estilo de vida que
no es excluyente con la madurez.
Pero ¿se limita al voluntariado a la
causa que “lo inspiró”? No, o por lo menos es mi percepción. Dentro de
la causa que nos alimenta, también surge el conocer que realmente hay
tantas aristas en el desarrollo de una causa, que es necesario conocer
el contexto que la rodea. Por ejemplo el tema pro-vida, en el que
inciden tanto componentes de salud, legales, éticos, morales. Es tan
amplio que no necesariamente se limita a un tipo de disciplina. Al
adentrarse más al tema implica también conocer contextos de otros
países, cómo la lucha pro-vida evoluciona y tantas formas de mejorar la
calidad de vida a lo largo del mundo.
Además, esta amplia gama de “hambre de
conocimiento” de la causa, implica el cuestionarse internamente sobre la
causa y las verdades universales de la misma. Los movimientos debemos
ser incentivadores de este tipo de pensamientos. Pensamientos que nos
hacen madurar en conjunto, ya que cuestionarse de manera sana y
proactiva sobre el desarrollo del movimiento respecto a una causa,
demuestra que los valores ciudadanos como la democracia, la
participación y la inclusión están presentes. Los movimientos y ONG
deben ser ejemplo de la sociedad que tratan de construir desde sus
distintas trincheras.
Por lo tanto, nunca pero nunca, los
movimientos estamos llamados a instrumentalizar al corazón que bombea
esa energía, espíritu, crecimiento a la causa: los voluntarios hemos
sido llamados a enamorarnos, crecer, pensar, cuestionarnos y aportar a
la causa. Más bien hay que celebrar la individualidad que atrae a cada
persona, que con su historia personal, su pasado con altas y bajas ha
sentido el deseo de apoyar y aportar para que la causa cada vez se
legitimase.
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